La NEP
“Hemos avanzado demasiado en la nacionalización del comercio y de la industria, en el
bloqueo de los intercambios locales. ¿Era un error? Cierto. Podemos admitir en cierta
medida el libre intercambio local, sin destruir el poder político del proletariado sino, al
contrario, consolidándolo. (...) El campesino puede y debe trabajar con celo en su propio
interés puesto que ya no se le pedirán todos sus excedentes sino solamente un impuesto,
que es necesario fijar cuanto antes de antemano. Lo fundamental es que el pequeño
campesino esté estimulado, impulsado, incitado.”
Discurso de Lenin en el X Congreso. 1921.
La Tercera Internacional. Condiciones para ingresar en la organización
“El Segundo Congreso de la Internacional Comunista acuerda que las condiciones de
ingreso en la misma son las siguientes:
7. Los partidos que deseen pertenecer a la Internacional Comunista están obligados a
reconocer la necesidad de una ruptura total y absoluta con el reformismo. (...)
8. En cuanto a las colonias y a las nacionalidades oprimidas (...) tienen el deber (...) de
apoyar de hecho, no de palabra, todo movimiento de liberación (...), de educar a los obreros
de su país en un espíritu de verdadera fraternidad hacia los trabajadores de las colonias y
nacionalidades oprimidas. (...)
10. (...) Deben apoyar, por todos los medios, la naciente organización de sindicatos rojos
adheridos a la Internacional Comunista. (...)
13. Los partidos que pertenezcan a la Internacional Comunista deben estructurarse sobre la
base del principio del centralismo democrático.
17. Todas las decisiones de los congresos de la Internacional Comunista, así como los
acuerdos de su comité ejecutivo, son obligatorias para todos los partidos adheridos a la
Internacional Comunista. (...)
18. (...) Cada uno de los partidos que desee entrar en la Internacional Comunista debe llevar
este título. Partido Comunista de tal país (...).” Segundo Congreso de la Tercera
Internacional. Julio-Agosto de 1920.
El testamento político de Lenin
"Creo que el factor fundamental en la cuestión de la estabilidad lo constituyen los
miembros del Comité Central tales como Stalin y Trotski. Las relaciones que existen entre
ellos son, en mi opinión, las que en buena parte podrían causar esa división y para evitarla
creo que debiéramos aumentar hasta cincuenta o cien el número de miembros del Comité
Central…
El camarada Stalin, al convertirse en Secretario General ha concentrado en sus manos un
enorme poder, y yo no estoy seguro de que sepa usar siempre ese poder con la cautela
necesaria. Por otra parte, el camarada Trotski (…) se distingue no sólo por su excepcional
talento (no cabe duda de que es la persona más capaz del Comité Central) sino también por
su excesiva confianza en sí mismo y por su disposición a dejarse llevar por el aspecto
puramente administrativo de las cosas…
Stalin es demasiado rudo, y este defecto que se puede tolerar en nuestras relaciones como
comunistas, es inaceptable en un Secretario General. Por lo tanto, propongo a los
camaradas que traten de hallar la manera de sacar a Stalin de ese cargo y sustituirlo por otro
que sea superior a Stalin en todos los aspectos, es decir, más paciente, más leal, más cortés,
más atento a los camaradas, menos caprichoso, etc. Esta circunstancia puede parecer una
bagatela insignificante, pero creo que, desde el punto de vista de impedir una división y de
las relaciones entre Stalin y Trotski que ya he mencionado antes, no se trata de una bagatela
y si lo es, es una bagatela que puede adquirir una importancia decisiva”
Carta dictada por Lenin en diciembre de 1922, conocida como su testamento. Carta al
Congreso de los Soviets.
Preámbulo de la Constitución de la URSS
“La voluntad de los pueblos de las Repúblicas soviéticas, recientemente reunidos en
Congresos de sus Soviets respectivos y unánimemente decididos a fundar la Unión de las
Repúblicas soviéticas, es la clara demostración de que a cada República se le ha
garantizado el derecho de poder abandonar libremente la Unión, de que el acceso a la
Unión está abierto a todas las Repúblicas soviéticas existentes o que se puedan formar en el
futuro, de que ese nuevo Estado federado es el digno colofón de los principios de
coexistencia pacífica y de colaboración fraterna entre los pueblos, establecidos ya en el mes
de octubre de 1917, el cual constituirá un sólido baluarte frente al capitalismo mundial y
marcará un nuevo paso decisivo en pro de la unión de los trabajadores de todos los países
en el seno de una República socialista mundial.” Constitución de la URSS. Preámbulo.
1924.
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