17 nov 2025

COMENTARIO MAPA AMPLITUDES TÉRMICAS ANUALES DE ESPAÑA

El mapa a comentar es de tipo físico y concretamente relacionado con el clima. Representa las amplitudes térmicas anuales en España, es decir, la diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y la del mes más frío. Este parámetro es fundamental para entender los contrastes climáticos del territorio español. La fuente de información para elaborar estos mapas es la AEMET.

En términos generales, el mapa distingue cinco rangos de amplitud térmica, desde valores muy bajos (menos de 8 °C) en tonos verdes hasta muy altos (más de 20 °C) en tonos rojos. Esta gradación visual permite identificar con claridad las zonas más influenciadas por el mar y aquellas marcadas por la continentalidad.

La amplitud térmica más baja se localiza en la fachada norte, que incluye Galicia, la cornisa cantábrica y una parte del Pirineo. Cantabria, donde nos encontramos, se integra dentro de esta franja debido al mar Cantábrico, que actúa como un regulador térmico: amortigua el frío en invierno y suaviza el calor en verano. También las Islas Canarias presentan amplitudes muy bajas por el mismo efecto moderador de las aguas oceánicas y la influencia de la corriente fría de Canarias.

Las amplitudes bajas y moderadas (entre 8 y 16 °C), representadas en verde claro y amarillo, se distribuyen por la mayor parte del litoral mediterráneo y atlántico. En estas áreas, la proximidad al mar sigue reduciendo el contraste entre verano e invierno, aunque las temperaturas son más cálidas que en la cornisa cantábrica.

En cambio, los valores altos y muy altos, superiores a 16 °C, se concentran en casi todo el interior peninsular, especialmente en la Meseta, el valle del Ebro y las depresiones del Guadalquivir y del Tajo. El máximo, superior a 20 °C, se observa en áreas cercanas a Madrid, Cuenca, Jaén y Murcia. Estas zonas presentan inviernos fríos y veranos muy calurosos, lo que incrementa notablemente la amplitud térmica.


Las causas principales de esta distribución son claras. La continentalidad explica los valores elevados en el interior, donde la influencia del mar es muy limitada. Además,  la disposición del relieve español, formado por numerosas cordilleras periféricas y sistemas montañosos interiores, actúa como barrera que impide la entrada de la influencia marítima hacia la Meseta. Por el contrario, las zonas costeras y las islas se benefician del efecto atemperante de  los mares y océanos, que suavizan las temperaturas a lo largo del año.

Las consecuencias climáticas y humanas de estas amplitudes también son relevantes. Las áreas con amplitud baja presentan climas más estables, vegetación siempre verde y mejor adaptada a la humedad, y una estacionalidad turística menos marcada. En cambio, las regiones con amplitud alta responden a climas mediterráneos interiores, con mayor riesgo de sequías estivales, inviernos fríos y una agricultura que debe adaptarse a fuertes contrastes térmicos.


En conclusión, el mapa muestra de manera clara la diferencia entre la España costera, de amplitudes térmicas bajas, y la España interior, marcada por la continentalidad y fuertes contrastes térmicos. Esta dualidad es una de las claves fundamentales para comprender la diversidad climática del territorio español.

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