Tras
la firma del Tratado de Versalles,
28 de junio de 1919, se ponía fin a la Primera Guerra Mundial.
Los aliados (Francia, Gran Bretaña y EEUU) impusieron a Alemania la reducción
del número de efectivos de su ejército y de armamento, concesiones
territoriales y, sobre todo, cuantiosas indemnizaciones económicas. Estas
indemnizaciones ascendían a 132.000 millones de marcos que,
de hecho, Alemania no llegó a liquidar en su totalidad hasta el 2010.
Para
financiar estas enormes deudas, el gobierno alemán emitió grandes cantidades de
dinero, sin ningún tipo de control, que produjeron un incremento brutal de los
precios (hiperinflación). Los precios subían cada día, incluso haciendo cola
para comprar los bienes de primera necesidad El billete de metro pasó de 0,10
marcos, en 1918, a 150 millones en los años 20; el sello más caro era el de 4
marcos y en 1923 era de 50.000 millones… Una situación que llevó a que las
imprentas no dieran a vasto y se llegó a imprimir sólo por una cara
Llegó un momento en el que el valor del papel en el que se imprimían los billetes era mayor al nominal y se daban situaciones como niños jugando a construir castillos o utilizarlo como combustible porque era más barato que el carbón:
Llegó un momento en el que el valor del papel en el que se imprimían los billetes era mayor al nominal y se daban situaciones como niños jugando a construir castillos o utilizarlo como combustible porque era más barato que el carbón:
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